Una marca es una de las partes más visibles de un negocio. Es algo que en ocasiones puede configurar el éxito o el fracaso de un negocio. No pases por alto tu marca y dale la importancia que merece.
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Aquí vemos cómo sería el proceso de crear una marca en siete días. Se puede tardar más o menos. Normalmente es más, como es lógico. Pero vamos a intentar hacerlo en tiempo récord.
Para crear una buena marca hay que saber descartar las malas ideas
día 1 – decidir qué es y qué NO es tu marca
Hacer una línea en un papel, en un lado describir lo que es tu negocio y en la otra columna lo que NO es.
Empezar a escribir palabras, verbos, colores o adjetivos que asocies a lo que representa tu negocio. Sin pasarse. Cuando hay exceso de palabras nos perdemos.
Para decidir qué ES tu negocio y qué NO ES tienes que tener bien claro el proyecto. También conviene hacer un estudio previo de la competencia, cómo es su diseño gráfico y cómo emplea su marca.
Decide si quieres parecerte a la competencia o si te conviene diferenciarte totalmente. No es una cuestión obvia. Ten en cuenta antes que ciertos negocios tienen su propio lenguaje, y eso supone que a lo mejor la naturaleza de tu negocio, o tu mercado, exige un logo acorde con lo que se espera del negocio. Por ejemplo, si tenemos una pastelería no podemos hacer el logo con la tipografía de Matrix, quizá funcione, pero algo me dice que no nos va a ir muy bien…
día 2 – empezar la lista de nombres
Es el segundo día. Empieza la lista de nombres de tu marca. Recuerda: pocas palabras. Limita las opciones o te crearás un bosque de donde salir te va a costar.
Más pensar y menos escribir. Deshecha ideas antes de escribirlas. Lo que va al papel ha pasado un par de filtros en tu cabeza, que siempre va más deprisa que la mano.
día 3 – seguimos con los nombres
Seguimos descartando nombres y apuntando algunos que nos podrían gustar. Para este proceso creativo recurre a frases asociadas a tu idea de negocio, historias de cuando éramos niños y que tienen que ver con el camino que queremos seguir, nombres de animales que tengan la personalidad de tu negocio, objetos, terrores, gracietas, hechos… no hay límite al pensar, pero sí al descartar.
Reitero que crear una marca es casi más un proceso de descartar que de crear. Hay que descartar los cientos de ideas que se nos pasan por la cabeza y quedarnos con una de cada mil. Ir haciendo un camino de decisiones sólidas y procurar no volver atrás. Al final, consistirá en decidir de entre esas pocas ideas que quedan al final del camino.
día 4 – escoger cinco nombres
Toca decidir y para eso vamos a escoger 5 nombres de entre los que hemos ido apuntando. Antes miramos esas palabras en Google, por ver qué aparece. También comprobamos antes si está comprado ya el dominio .com (o el que nos interese), como indico en este artículo sobre como crear una marca en cuatro pasos. Esto nos va a dar indicios de que esos nombres que valoremos para la nueva marca no están siendo ya usados o incluso registrados.
Vamos a darle algo de forma a las palabras. Abre un nuevo documento de cinco páginas en Word (o Indesign, si tienes) con formato A4 apaisado. En el centro de cada página y a buen tamaño escribimos cada uno de los nombres escogidos, un nombre por página. Es importante que a cada nombre le apliques una tipografía distinta, es provisional, pero sirve para diferenciarlos mejor. Incluso, si quieres, puedes aplicar un color distinto a cada nombre, aunque esto último quizá le otorgue demasiados atributos al nombre y hay que buscar la neutralidad para poder elegir mejor.
Hecho esto, podemos revisar los nombres candidatos, dedicando un buen rato a cada página. Que sólo se vea ese nombre en pantalla o impreso. Y ahora imaginamos supuestos con ese nombre que estamos poniendo a prueba. Imaginamos que se lo decimos a alguien por teléfono. Imaginamos que nos sentamos en una reunión y decimos «Hola. Soy nosequién, el director de Nombre-Candidato-A-Marca». Imaginamos que alguien en una discoteca nos pide el nombre de la web y se la decimos a gritos. ¿Cómo sonaría en esos tres casos? ¿Te sientes a gusto con el nombre? ¿Te identificas con él? ¿Está el negocio dentro de ese nombre, lo define?
Hazle preguntas al nombre candidato a marca, ponle a prueba. Intenta cargártelo. Sin piedad. Piensa que si sale elegido será tu marca por mucho tiempo, quizá para siempre, y mejor ponerle a prueba ahora antes de que empiece a flaquear.
día 5 – quedarnos con dos opciones
De nuestras 5 palabras del stress test anterior elegir dos. Y consultar cual gusta más a todas las personas que podamos dentro de nuestros círculos profesionales, de amistad o familiares. Verás que llegado a este punto cada persona opina de una manera y cada uno tendrá sus razones y sus criterios, unos válidos y otros totalmente absurdos y aleatorios, con lo que también te tocará saber con qué opiniones te quedas y con cuales no.
Piensa que las cosas nuevas a veces causan rechazo. Y es algo muy típico de una marca. Es algo que nunca antes se ha oído (o sí, pero no como marca) y a muchos oídos les sonará extraño y de entrada te dirán que no. Pero dales un par de vueltas con el nombre, que lo oigan varias veces, a ver si la cosa cambia. Es como algunas canciones, que hasta que no las escuchas veinte veces no puedes con ellas (de eso viven los 40 Principales…). Diles lo que tú consideras bueno de la marca… y cuando estén convencidos diles lo malo. A ver qué pasa.
También está la opción de hacer una consulta online, en Twitter o en Facebook, pero puede pasar que algún «listillo» lo vea, le guste una de las opciones y te quite la marca. No suele pasar, pero cosas peores se han visto.
día 6 – bocetar un logotipo
Ya tenemos elegida la marca. Ahora bocetamos un logo: una buena tipo y un símbolo (opcional). Y hacemos lo mismo que con el nombre, lo ponemos a prueba y lo dejamos reposar, a ver si mañana nos sigue gustando.
Cuando decides un nombre para tu marca todo lo demás viene casi rodado. Como ves, estamos dedicando a la búsqueda de un buen nombre cinco días de los siete que tenemos.
día 7 – registrar la marca y el dominio
Si ya estamos convencidos y a gusto con nuestra marca compramos el .es o el .com. Y más tarde vamos a la oficina de Patentes y Marcas a registrar la marca. Este proceso lo cuento con más detalle en este artículo.
Quizá necesites algún día más para reposar la marca. No lo dejes mucho pero conviene darle algo de tiempo, dejarla unos días en tu cabeza y hacerla tuya, conocerla mejor, adaptarte… las cosas gustan más cuando las conocemos. Como decía antes, es como algunas canciones horribles de la radio que a base de repetir y de oírlas una y otra vez te acaban gustando por malas que sean. A veces es cuestión de adaptación.
No será nuestro caso porque la marca nos gustará de entrada, pero el tiempo de reposo ayudará a que la marca nueva forme parte un poquito más de nuestra vida y decidamos si nos quedamos con ella o no para siempre : )
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photo credit: banspy via photopin cc